domingo, 26 de enero de 2014

Alas

Foto: Merlín Púrpura
Modelo: Mario Andrés Alzate
Yo ejercía entonces la medicina en Huamahuaca. Una tarde me trajeron a un niño descalabrado: se había caído por el precipicio de un cerro. Cuando, para revisarlo, le quité el poncho, vi dos alas. Las examiné: estaban sanas.

Apenas el niño pudo hablar, le pregunté:

-¿Por qué no volaste al sentirte caer?

-¿Volar? -me dijo-. ¿Volar para que la gente se ría de mí?

Enrique Anderson Imbert (Argentina)

Tomado de la revista Nuestro Tiempo #485. Nov. 1984

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