domingo, 12 de septiembre de 2010

Dedicatoria

Para Virginia, querida amiga

Hace unos años Natalia Solano (a. Aldebarán), me regaló este escrito suyo. Hoy lo publico aquí para otra amiga (que espero le guste) y porque lo he tenido guardado desde 1995 solo para mí y pienso que debe ver la luz de nuevo.

Suele ser cuestión de magia
o química -como le dicen algunos-
pero claro, como ponemos nombres equivocados
a las cosas que no entendemos
muchas veces le decimos al viento
o a unos ojos negros
Te Quiero.



Y nos embarcamos en un viaje de no retorno
en el que sólo se salva
el final de la historia trágica o cómica
o, peor aún, feliz.
Nos sentimos dueños
de algo que no podemos explicar
y comprometidos con lo que mas tememos
y nunca llega: El futuro.
Comienzan las condiciones
porque hasta ser incondicional
es poner una condición.
Y cuando se está con otro
por temor a perderlo
-porque te pierdes-
y cuando se trata de sostener una relación
-porque no basta con relacionarse-
se sufre más a dúo que en solitario;
porque en solitario sólo te preguntas
qué hacer con una tarde sabatina
o con dos besos atrancados en los labios
Pero en dúo te preguntas
qué hace él en esta tarde sabatina
y de quién son esos besos
enredados en sus labios.

¡Carajo! Si para sufrir
solo uno
pero para sufrir y joderse
se necesitan dos.

1 comentario:

  1. podes estar con miles de personas pero tu alma sola sentirse...hoy estoy asi...se fue la otra parte con la que podia compartir...pero prefiero regalar esos besos que sentirme esclava de la rutina simplemente por no estar sola...y tener que pagar con mis horas de insomnio y adormecerlas con dulces que me llevaban al pais de los sueños..

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