lunes, 28 de julio de 2008

Yo no nací en el Mediterráneo, pero...


Mediterráneo catalán/español. Verano. Playa. Cientos de personas. Locales y extranjeros. Cada uno a su ritmo. Calor y brisa marina. Un masaje de manos chinas sobre la arena. Paella en el chiringuito. Patatas fritas y croquetas para los pequeños. Castillos y animales de arena. Pechos femeninos al aire. Hombres cachas luciendo pectorales y novio(a). Músicos de todo tipo. Todos, quizás, tratando de desconectar.

>Camino con un buen amigo por el paseo marítimo. Un día de confidencias. de reconocer afectos, de hablar confiado, seguro, abierto y sincero. Como siempre, vale la pena recorrer kilómetros para saberse Amigo y querido. Para sentir que no se está solo. Y para volver a ese mar donde se pueden dejar las preocupaciones y se puede meditar solo o en compañía.

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