miércoles, 16 de abril de 2008

El Remedio del Amor

Coge una olla. La más vieja que tengas.
Enciende un buen fuego con maderas secas.
Pon a cocer esencia de limón.
Piensa en la persona por la que suspiras pasión.
Busca entre los rincones dos arañas muertas.
Añade a tu bolsa los ojos de dos ratas viejas.
Entre las rocas algas rojas.
No te importe si resbalas o te mojas.
Bajo la sombra de un árbol musgo verde.
Añade todo esto cuando el limón hierve.
Espera doce horas y mientras remueve.
Deja que pose y se enfríe. Después, bebe.
Si lo has hecho como te dije,
ya te habrás olvidado de su nombre.
Si no lo has hecho, lo repites.
O déjate de tonterías y ve en busca de ese hombre.


Antonio Arroyo

2 comentarios:

  1. Hola Merlin,

    Buen intento, ja, ja, ja.

    Ojalá fuera tan fácil conseguir un hombre, como simplemente revolver unas cuantas cosas en un caldero.

    Saludos,

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  2. Genial...

    Para mas de uno que anda por ahi creyendo que las falencias de personalidad de subsanan con pocimas...jejeje.

    Ta bueno

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