lunes, 31 de diciembre de 2007

Propósitos de Año Nuevo

LA COLUMNA
SEGUNDO -Tercer- INTENTO


Por Julio Somoano
Publicado en MetroDirecto, el 29 de diciembre de 2006


Los dirigentes que, parapetados en los clamores de la calle, escuchan sólo a los que gritan desde una de las aceras. Los alcaldes que sacan adelante sus proyectos urbanísticos a golpe de negras bolsas de basura repletas de fajos de billetes.Los traficantes que se forran con las pateras de la muerte. Los que miran a otra parte. Los asesinos en potencia que conducen borrachos. Los maltratadores que cambian su vida por una botella vacía y un cuchillo lleno de sangre. Los que ven y callan. Los que mienten y saben que mienten. Los que se lo creen y no hacen nada por evitarlo. Los que piensan que el carril es suyo. Los animales que abandonan a sus perritos. Los que se pasan la vida haciendo juicios sumarísimos a sus vecinos. Los dictadores, los terroristas. Los que les hacen el juego. Los vagos, los necios, los cuentistas. Los jetas. Los que se creen que la vida es una carrera contra el resto de la humanidad. Los que nunca reconocen que hay algo que no saben. Los autistas que solo levantan sus ojos de la pantalla del móvil para fijarlos en el Messenger o en la Play. Los relaciones públicas que únicamente aparecen cuando todo va bien. Los que sólo tienen tiempo para decir que no tienen tiempo para nada. Los padres que conocen a sus hijos de vista. Los que inventan países, lenguas, historias y religiones. Los fanáticos, los intolerantes. Los siniestros, los mafiosos. El hambre. Las heridas que no se cierran, la música que te imponen, los dibujos japoneses. Los virus de los ordenadores, las enfermedades, el mal humor. Los atascos, los accidentes. La junta de la trócola, que siempre te falla en medio de un viaje. El aire acondicionado a tope, como si fuéramos varitas de pescado congelado. La interminable ristra de anuncios de la tele, las pesadillas, los marrones, las colas. El garrafón. Las bolsas de basura mal cerradas, el aliento a ajo, el olor a pies. La envidia.

Hagamos una hoguera antes de las uvas. Para que todo eso se evapore con este año. Para que se desvanezca con este mes de diciembre. Para que se esfume hoy. Para que desaparezca con la última palabra de esta columna. Feliz Año.

Lo publiqué en este mismo periódico el 31 de diciembre de 2004, pero lo podríamos haber escrito hoy mismo. A ver si a la segunda (tercera) va la vencida.

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