viernes, 23 de noviembre de 2007

El coche te hará feliz

La publicidad de los coches (carros o automóviles) abunda en la televisiòn española. Pero a mi me trae de cabeza la ultima de Chevrolet que habla de FELICIDAD GARANTIZADA. "Chevrolet te harà feliz o te devolvemos el dinero". No me explico cómo no hay interminables filas ante los concesionarios, de todos los infelices humanos (¿o humanos infelices?) comprando la felicidad en forma de un conjunto de latas, un motor, airbags, cinturones de seguridad, llantas, luces.
Para tan profundos creativos, esta letra de María Elena Walsh, que tengo interpretada por Susana Rinaldi.



ORACION A LA PROPAGANDA


Me dijeron:
Señora, caballero,
Usted se lo merece,
desconfíe;
estimada mamá, fume perfume;
para el bebé automático repare;
brillantina,
botón,
no se equivoque;
es mejor una lata que sus párpados;
asómbrese de frío radioescucha;
venga mañana mismo;
¡pura seda!;
tiene la obligación para la barba;
pintando yerba mate con camiones.



Yo me di por unánime aludida
reina en mi condición de amada inmóvil
y a la vida salí sumisamente
para ser caballero,
bebé,
niña,
tímpano,
multitud,
hermafrodita,
fantasma de trajín,
suma de nadie,
pobre basura humana con bolsillos.


No quiero que me broten cuatro ruedas,
ni dar a luz relámpago envasado,
ni ser ociosa cabellera,
ni que mi soledad se planche sola.
No quiero que por arte de aspirina
mi alma desaparezca;
no quiero que voraces vestimentas
sean protagonistas de mi cuerpo;
no quiero hacerme cómplice de máquinas,
docenas,
precios,
tubos que me doten para siempre
de una felicidad de cartulina.


Quiero vestirme de papel de luna
y pasear con un río de la mano;
quiero comer tormenta,
beber las plumas de la primavera,
navegar tristemente por un océano de bellas artes,
vivir entre laderas que convengan
para guardar el humo envuelto en fuego.


Quiero desbaratar,
equivocar,
llorarme,
cometer escalofrío,
quiero no querer nada
y un buen día...
(¿cómo era, Dios mío, cómo era?)
sobre todas las cosas, ¡quiero basta!


(María Elena Walsh)

jueves, 22 de noviembre de 2007

Centenar de entradas

¡Estoy de celebración!
El martes completé las cien entradas en mi blog. Sin darme cuenta, he escrito cien veces sobre muchas cosas: lo que me gusta, lo que no me gusta, lo que me duele, lo que me alegra, lo que extraño, lo que me emociona, lo que me excita... Como digo en la cabecera de Lo que (se) me ocurre, reflexiono, protesto, pago deudas creativas, respondo a impulsos, me dejo llevar por amorosos empujones... Muchas satisfacciones me ha dado, me está dando, mi blog y, de momento, seguiré con él. Tengo aun mucho por decir, series por terminar e historias y vivencias que contar. Paciencia. Cumpliré. Es que algunas duelen al recordarlas. Pero haré la catarsis. A veces mi blog es mi sicólogo gratuito, que se apoya en las alegrías tan grandes que me produce cada comentario de los amigos y los anónimos que navegan por él.

martes, 20 de noviembre de 2007

La sonrisa vertical y la "hombría" impecable

"¡Me gustaría morir contigo y matar contigo! ¡Me gustaría vivir en tu corazón, como el puñal mejor del guerrero! ¡Me gustaría curarte y herirte!". Eso dijimos, muchas veces sin voz. Sólo con aquellas intensísimas miradas: "¡Que nos muramos juntos, compañero!". Cuánta, cuánta hermosa locura!

(La bendita pureza. Luis Antonio de Villena. Premio La Sonrisa Vertical 1999).


*********************

Rieron y bailaron y se metieron juntos en un camino que, al parecer, se entiende mal -o raro- lejos de la masculinidad más estricta.Los amigos se enganchan en las bromas, en el alcohol, en la camaradería y en una punzante -e incluso atrevida- conversación sobre el sexo femenino, y en medio de ese calor de vulvas, tetas y polvos, los amigos concluyen acostándose juntos (desde luego a ninguno se le ocurría proponerlo abiertamente) y entre el sueño y una pasión cegata, se pajean o se follan, se riegan de su mutuo deseo, y pueden (a la mañana siguiente, que en el caso presente sería tarde) levantarse limpios, pasada la resaca, con la hombría impecable.

(El mal mundo. Luis Antonio de Villena. Premio La Sonrisa Vertical 1999)


Este segundo párrafo que me llamó la atención en su momento, viene a corroborar lo que dice Milo Gasa en su blog Palacé con Colombia. De acuerdo con él. Y respeto la opinión, el sentir y el actuar de cada uno. Lo que no me gusta de las personas de las que habla Milo es la falta a la verdad consigo mismos y con los otros, llámense espos@, novi@, amante o lo que sea.

¡Oh, Libertad! ¡Oh, Libertad!

"Oh Libertad que perfumas las montañas de mi tierra..."

"Amo al sol porque anda libre sobre la azulada esfera
y al huracán porque silva con libertad en las selvas..."

(De la letra del Himno Antioqueño).

"Como un pájaro libre que libre vuela".

"¡Soy libre, puedo cantar, pregúntenle a Leandro Díaz!"

(del cancionero popular latinoamericano)

*** *** ***
Hoy me he levantado sin despertador. Hoy no tengo que ir a trabajar. He renunciado al trabajo de camarero que desempeñé en los últimos cinco meses. El trabajo dignifica, dicen. Para mí es una manera de sobrevivir, sobretodo cuando no haces aquello para lo cual has estudiado y dedicado la mayor parte de tu vida. Cuando no trabajo por "necesidad" , es una pasión. ¿Por qué he renunciado? ¡Porque me he hartado! De la mala educación de la gente, de prestar un mal servicio porque no contaba con los recursos humanos y técnicos necesarios (a pesar de todo, procuro hacer lo que me corresponde con calidad, no con improvisación). Del acoso, de la impertinencia, de la falta de seriedad y profesionalismo, de la falta de humanidad, de las impertinencias. Porque no me apasiona. Porque no estaba a gusto. A lo mejor de eso encontraré en todos los sitios. Pero mientras pueda evitarlo, lo evitaré. Claro que necesito un trabajo. Y lo buscaré y lo encontraré. Y lo haré lo mejor que pueda. Se oyen ofertas.
(La imagen es de Antony Gayton)

sábado, 17 de noviembre de 2007

Y tú, ¿qué eres?

¡Sin palabras!

La viñeta la he tomado de la Revista Zero No. 102, correspondiente al mes de noviembre de 2007.

martes, 13 de noviembre de 2007

Lágrimas en un atardecer de otoño

Cosas de ir escuchando música en el IPod por la calle. Camino al gimnasio, sonaba un tango, mejor, una poesía, interpretada por una de mis artistas favoritas: Susana Rinaldi. No sé quién es el autor. Si alguien lo sabe, pido que me lo informe, para saber quién me sacó las lágrimas en este anochecer de otoño.



Definiciones para esperar mi muerte

Puedo cerrar los ojos lejos de las pequeñas sonrisas que conozco
escuchando estos ruidos recién llegados
viendo estas caras nuevas
como si de pronto los mil lentes de la locura
me trasladaran a un planeta ignorado.
Estoy lleno de voces y de colores
que juraron acompañarme hasta la muerte
como amantes resignadas al breve paso de mi eternidad.
Sé que hay recuerdos que querrán abandonarme
sólo cuando mi cuerpo hinche un hormiguero sobre la tierra.
Sé que hay lágrimas largamente preparadas para mi ausencia.
Sé que mi nombre resonará en oídos queridos
con la perfección de una imagen
y también sé que a veces dejará de ser un nombre
y será sólo un par de palabras sin sentido.
Estoy lleno de voces y de colores
unas veces recogidos en el sonambulismo de la marcha
otras inventados tras mi propia soledad
con ellos se integrará un cortejo final de despedida
se cambiarán en lágrimas y palabras piadosas.
Pero hoy, en medio de lo que todavía no he podido amar,
evoco a los marinos encerrados en las paredes altas de la tormenta
a los soldados caídos sobre yerbas lejanas
a los peregrinos que duermen bajo la sombra de árboles innominados
a los niños que yacen contemplando el yeso de los hospitales
y a los desesperados que entregan el último gesto
frente al paisaje final e instantáneo de la demencia.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Una gotita de buena energía

Hay días en que nos levantamos desanimados. Con ganas de no haber salido de la cama. Pero bueno, es domingo. El plan es un buen desayuno en casa, leer los diarios con las malas noticias de siempre y disfrutar un poco del espacio personal. Y de repente se encuentra uno con una viñeta en colores, tres cuadritos y diez palabras...
... y te regresan las energías, las ganas de volver a la lucha diaria, a creer en tí mismo. (Si das clic sobre la imagen la verás y leerás mejor)

Entrada dedicada a los que están (estamos) bajos de baterías por estas épocas.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Por lo más delgado


"La soga se revienta por lo más delgado".


Cuerdas que atan, que retienen, que inmovilizan. De hilo, de seda, de acero, de chantaje, de presión económica o sicológica. Algunas nos las atamos nosotros mismos; otras nos las ponen otr@s (o permitimos que nos las pongan). Hasta que, un buen día, la cuerda comienza a perder fuerza, nudos, se va deshilachando poco a poco y no soporta más el peso, la presión, y se rompe, dejándolo libre todo.
A veces, nosotros mismos somos quienes podemos, decidimos y actuamos rompiendo esas cuerdas. Para sentirnos libres. Para volar sin peso extra. Para que nada sea un lastre.

¿Te crees muy list@?

lunes, 5 de noviembre de 2007

¿Qué le dejó el amor que no fueran pesares?


"¿Qué me dejó tu amor, que no fueran pesares?
¿Acaso tú me diste tan solo un momento de felicidad?
¿Qué me dejó tu amor?, mi vida se pregunta.
Y el corazón responde: Pesares, pesares..."



Una canción colombiana, Pesares, cantada por todos los tríos serenateros, habla de amores y desengaños, como tantas otras. Aprovechando la frase, alguna vez soltaron en un periódico (La Hoja) esta pregunta: "¿Qué le dejó el amor que no fueran pesares?". Y la gente respondió:


*Pues... El placer de un baño compartido los domingos a las cuatro de la tarde, con el agua bien caliente y la champaña bien fría.

*El amor que ya se terminó, me dejó la adicción por el té, por los scargots, por las ancas de rana, por las tablas de queso, por el salmón ahumado de Noruega, por los buenos vinos.

*Hummmmmm...placeres.

*Un poema que leímos, y otro que escribí, el aroma de una flor emergiendo de tu bosque. Un espejo roto, y un rostro roto.

*Digo que buenos recuerdos y enseñanzas para ser mejor la próxima vez.

*Muchas ganas de volver a estar con él.

*Gratos e ingratos recuerdos. Pero inolvidables experiencias.

*Qué me dejó el amor...? Todo menos pesares. Sabor a té de jazmín, a queso de la casa de los Villas en Las Brujas, a vino tinto y a vino blanco. Olor a azucenas y rosas, a pinos y eucaliptos. Colores amarillos del guayacán, de yarumos plateados de Santa Helena, el negro de su pelo y el cobre de sus ojos... Música de Malher, del Carmina Burana de los estudiantes del siglo XII de la Sorbona, de Palestrina, el Réquiem de Verdi y el Te Deum de Berliotz... Bach, ayer, hoy y siempre Bach... Rock, Pink Floyd, Jethro Tull, Cat Stevens... Conciertos, exposiciones, caminatas... La Playa, el Parque de Bolívar, paseos de domingo... Vuelta a Oriente, pandequeso en San Pedro, hostias en Caldas, jugos en Bolombolo, historias contadas en Santa Fe de Antioquia, la de calles estrechas y curvadas. Capuchinos con cheese cake en Le Gris, en el Café Café de El Poblado... Largas conversaciones... Libros... Carpentier, Borges, Cortázar, Lawrence Durrell, la Yourcenar... Poemas... Kavafis, Cernuda, Lorca, Machado, Rimbaud, Silva, Barba Jacob... Cine... Passolini, Visconti, Buñuel, Fassbinder, Herzog, Bergman... La Loren, La Bardot, Mastroiani, Anita Eckberg... La Naranja Mecánica, El Discreto Encanto de la Burguesía, Blow Up... Un odio visceral por la mujer reproductora, la cazamaridos, la cazafortunas. Admiración por la mujer amiga, por las pocas inteligentes, con quienes se puede hablar de historia o de astronomía... repudio a las especialistas en farándula... Amor a la que sabe escuchar en silencio, a la de los comentarios oportunos, espontáneos... Odio a la que solo sabe cocinar frisoles, calentar arepas, comer sopa, seco, leche y bocadillo, la que cree que scargots es una palabra vulgar... Sexo tranquilo, pausado, intenso, irrepetible... Besos eternos... recuerdos del hombre maravilloso, especialista en el amor... Todo el renacimiento en su cuerpo, todos los días uno distinto y todos los días el mismo hombre. Que somos dos hombres, ¿y qué? ¿No lo hizo Alejandro Magno ante sus batallones de soldados macedonios? ¿No escandalizaron Verlaine y Rimbaud; no fue Oscar Wilde a la cárcel y Prust y Hans Christian Andersen y Kirkegaad, Lorca y Dalí, Whitman...? Lástima habernos conocido en la época equivocada. Sólo seis meses para un recuerdo eterno, exquisito, único. Mil hojas, toda la biblioteca benedictina no sería suficiente para albergar los recuerdos de este amor apenas insinuado. El amor de dos hombres en sus treinta, un arquitecto, un músico. Un amor que dejó sólo bellos recuerdos y ni un solo pesar".

Respuestas a Historia Cercana

La carta que escribió en La Hoja, la señora Consuelo Pérez de Gómez recibió muchas respuestas. Aquí un par de ellas:

Madre Adoptiva
Lástima que en la repartición de las madres a mí me tocó la peor. La mía fue la que me echó de la casa por marica. Ahora vivo con mi amigo Mauricio, feliz, contento y en Medellín. Ojalá y doña Consuelo Pérez de Gómez quiera adoptar dos hijos maricas: Pablo, arquitecto, y Mauricio, comerciante. Bien por doña Consuelo. Saludos, Pablo.


¡Qué mamá!
Como no sé cómo comunicarme con la señora Consuelo Pérez de Gómez, quien escribió una maravillosa carta (...) quiero aprovecharme de ustedes para decirle un par de cosas a ese lujo de mamá. Qué tan bueno que todas las mamás antioqueñas fueran como usted, doña Consuelo. Qué rico que entendieran claramente lo que usted dice. Los gay, maricas como usted nos llama, sin falsos disfraces de lenguaje, sí podemos vivir mejor que muchas parejas hetero. Qué bueno que usted sabe que tener una pareja en el mundo homosexual va mucho más allá de la ruma en las discotecas (...), de la promiscuidad y el acoso sexual en el que mucha gente nos etiqueta. sabe usted muy bien que nos preocupa el conocimiento, la madurez, el amarse el uno al otro como Cristo ordenó a los cristianos, respetándose, cuidándose, apoyándose, creciendo todos los días como personas. Créame, doña Consuelo, que usted merece todo mi respeto porque no es de las personas que cree que ser homosexual es un vicio que se puede "curar". Es simplemente eso: ser, como usted puede tener los ojos azules o negros, y que enamorarse de otro hombre es tan natural como el día que usted se enamoró del que hoy es su esposo y echó a su hijo de la casa por ser marica (...) La felicito por ser una supermujer y una supermamá. La fotocopia de su carta la conservaré y la leeré para mí y para los demás cuando la intolerancia, la incomprensión o la ignorancia me estén haciendo sentir como aburrido con los humanos. Saludos a sus hijos (o a su hijo y a su yerno). Sienta un respetuoso abrazo, Arturo.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Historia cercana

Hace siete años causó revuelo la publicación de una carta de una madre de familia en La Hoja de Medellín. En el número de junio 8 al 14 de 2000, Consuelo Pérez de Gómez escribía una carta en la que hablaba de la relación que tenía con su hijo "marica" expulsado de la casa por su padre, por el hecho de reconocerse homosexual. La carta la he guardado todos estos años porque es ejemplo de muchas cosas, de Tolerancia (palabra y concepto gastado y mal interpretado todos los días), Amor y Respeto. Me vino a la cabeza buscarla dentro del cofre de mis tesoros, a raíz de mi encuentro con la película Nosotros Dos (The Sum of Us), de la que hablé en la anterior entrada. La transcribo aquí:

"Tengo un hijo de 32 años "exiliado" en El Cairo, a donde se fue a vivir luego de que "su padre", "mi esposo", lo echó de la casa por "marica". Él ahora vive feliz en la ciudad de sus sueños, en la ciudad de Lawrence de Arabia, de Peter O´Tool. Para mí es un misterio cómo se sostiene pues yo le mando "dolaritos", pero me imagino que allá como aquí, no alcanzan para nada. Mensualmente le mando una "valija diplomática" (llena de recortes de periódico, de revistas, de fotos de Medellín, de casetes de vídeo con lo mejorcito de la televisión, con casetes grabados con mi voz y las de sus hermanos y amigos, con areparina, frisoles, bocadillos, arequipe, papitas fritas con sabor a limón, con café colombiano, en fin, son tantas cosas y a la vez tan pocas), con un amigo diplomático que vive en Italia y que como él es "marica"; él me retribuye mis regalos con unas cuantas palabras garrapateadas en una carta que a veces es inmensamente chiquita -20 páginas- y otras exuberante -más de 50-, pero como les digo, su letra apenas si la entiendo yo. Él vive con su amigo catalán (no español) y juntos trabajan en lo que pueden, desde taxistas y guías de turismo hasta profesores de español. ¿Se los imaginan? Yo no. A veces cuando logro "robarle" un poco de plata a mi marido le mando artesanías que ellos venden a precio de oro y otras, como la última vez, frisoles paisas que venden a los pocos paisas residentes en Egipto.


Una sola vez lo he podido visitar y eso a escondidas de "su padre", pues nos encontramos en Atenas porque si llegaba a Colombia con pasaporte sellado en Egipto capaz era de matarme. Lo vi feliz, con 10 años menos de los pocos que tiene, más bello, más moreno, más culto, más internacional, más metido en el cuento del cine, de la literatura, de la poesía, de la pintura, más en su cuento, cuento que en Colombia, con "su padre" recordándole en todo momento que es marica nunca hubiera podido vivir. Siempre le mando La Hoja que desde cuando vivía en Colombia le encantaba y en varias ocasiones les han mandado recados que nunca les he entregado. Cuando vi en uno de sus últimos números una carta "qué me dejó tu amor...todo menos pesares", se la envié subrayada con resaltador amarillo pues a mí me causó un impacto tremendo, me encantó la forma en que dos hombres pudieron vivir su amor abiertamente, sin los problemas que tuvo mi hijo en Medellín, me conmovió que lo que más recuerda el autor de la carta es la forma como creció intelectualmente con su amigo, y me conmovió porque eso es lo que está tratando de hacer mi hijo en El Cairo. Pero lo que más me conmovió es la carta que acabo de recibir de mi hijo y de su amigo, como cualquier carta "cursi" vino manchada por los lagrimones que a los dos les caían cuando la escribieron, lagrimones por los recuerdos que les trajo a cada uno de su condición familiar, pues a Pablo (por Picasso, Neruda y Casals) también lo echó su papá de Barcelona, y también como a mi Julián, por "marica", lagrimones porque lo narrado por el autor de la carta es lo mismo que cada mes me narran mis hijos desde El Cairo, me cuentan qué libros leyeron, qué películas ven, a qué conciertos van, qué mezquita, que bazar nuevo conocieron, con quiénes tomaron el "té helado de jazmines". Esta vez mi hijo y su amigo les mandan a decir (...) que en Colombia como en España, como en cualquier país del mundo, artículos como el publicado son los que se necesitan para que "los padres" se vayan enseñando a ver la pareja homosexual como una pareja común y corriente, con los mismos problemas y las mismas aspiraciones de cualquier pareja heterosexual. Mis hijos Julián y Pablo les mandan a decir que reten a cualquier pareja "normal" a que con sólo seis meses de relación recuerden a su pareja no por las veces que se acostaron o por las discotecas que visitaron o por las comidas en los mejores restaurantes o las idas al club los sábados sino por los libros que juntos leyeron, o la música que juntos escucharon, o las películas, o los poemas que compartieron. (...)"

sábado, 3 de noviembre de 2007

Nosotros dos

Viernes noche. Renuncio a programas de tertulias amarillo-rosáceas y me entrego al DVD, a una maravillosa película, Nosotros dos (The Sum of Us). De esas películas fáciles, divertidas, sacadoras de lágrimas y de recuerdos. Tema gay-lesbiano-heterosexual. Padre que ama a su hijo intensamente. Hijo que ama a su padre intensamente. Una familia de dos en la que la sexualidad del otro es simplemente eso, Su sexualidad. Respeto. Amor. De eso habla la película. Y de la búsqueda de Amor-Compañía. Quisiera decir que como la vida misma. Pero no. Es el cine. Es ficción.