miércoles, 31 de octubre de 2007

"¡Triqui, triqui, Halloween... Quiero dulces para mí"!


¡Triqui, triqui, Halloween,
quiero dulces para mí,
y si no me das
se te crece la nariz!


Con estos infantiles versos los niños pedían y piden dulces en las puertas de las casas y de los comercios en mi país en la noche de Halloween, el 31 de octubre. Una tradición importada, criticada, que luego trataron de convertir en la Fiesta de los Niños (cuando otros alegan que la fiesta de los niños es la Navidad). Lo cierto es que es una noche divertida, en la que muchos adultos aprovechan para hacer de las suyas con las fiestas de disfraces. Una de mis nostalgias es la Fiesta de Halloween que lideré donde varios años en el Instituto de Bellas Artes de Medellín. Era el sitio ideal para que los alumnos desbordaran su creatividad. Artistas plásticos y diseñadores gráficos lo pasábamos "bomba" con una miniteca (no sé si esas discotecas portátiles ya están "out"), bailando, armando comparsas, desfilando y compitiendo desde semanas antes cuál sería el más original. Aquí una muestra de mis participaciones. ¡Qué tiempos!





3 comentarios:

  1. Nostalgia dices... Vale, hoy son otros tiempos. ¿Y dónde anda hoy toda esa creatividad?

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  2. Nostalgia, claro! Pero la creatividad sigue ahí, conmigo, quizá esperando otra oportunidad, que seguro está a las puertas. Y gracias, Tentetieso, por los empujoncitos que me das...
    Abrazos de noche de brujas

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  3. De pronto allá no hay personas que te animen a vivirlo nuevamente pero yo se que esa creatividad sigue ahí, sino mirá este medio donde toy escribiendo, esto es muy tuyo, así a veces te de pereza volver a escribir cuando lo haces siempre da gusto leerte, siempre siente uno que tas ahí...

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